Desde hace ya poco menos de un año, la facturación electrónica es obligatoria para aquellas empresas que trabajan con la Administración Pública de nuestro país. Tanto las grandes empresas como las pymes que trabajen con el Gobierno central, las juntas autonómicas, las diputaciones provinciales o los Ayuntamientos, han tenido que adaptar la forma de emisión de sus facturas hacia la virtualidad.

Facturación electrónica

Pero a pesar de que ya está implantada y se han realizado campañas informativas, todavía surgen algunas dudas en relación con la facturación electrónica.

La factura electrónica no es obligatoria aun para las personas físicas (autónomos y profesionales), pero en breve lo será

Si la factura tiene un importe inferior o igual a 5.000 €, ciertas instituciones públicas (el Estado, las CCAA y los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona) pueden excluir la obligatoriedad de la facturación electrónica.

No se acepta el escaneo o el envío en PDF de la factura tradicional. Sólo se admite como formato el denominado «Facturae», basado en el lenguaje XML.

La factura electrónica debe presentarse en un plazo máximo de treinta días desde la fecha de entrega de mercancías o desde la prestación de servicios.

La recepción de facturas electrónicas dirigidas a cualquier órgano de la Administración pública deberá realizarse a través de la plataforma FACe. Para ello, se necesitará un certificado digital aceptado.

Aunque no se fija ninguna sanción por la no utilización de facturas electrónicas, la presentación de esta forma virtual de facturación es la única por la cual la empresa recibirá el cobro del importe total.

La presentación de la factura mediante la plataforma FACe permite a las empresas realizar un seguimiento de su factura para conocer de primera mano el estado de tramitación de las mismas.

Entre las ventajas de la facturación electrónica se encuentra el ahorro de papel y tinta, de los sobres y los sellos para su posterior envío, la rapidez y confidencialidad, el ahorro de espacio y de tiempo, además de la reducción de la morosidad pública.

Empresas y profesionales, pueden beneficiarse de soluciones como Factura-e, que unidos a la potencia de Microsoft Dynamics CRM y Power BI, facilitan el conocimiento del estado de las facturas electrónicas, en tiempo real.

Realizar un seguimiento de las facturas a través de paneles, gráficos intuitivos, informes que nos ayuden de manera desde un punto de vista de la inteligencia empresarial, a conocer el estado de salud de la tesorería.

En definitiva, es más sencillo de lo que parece. Aquí en este artículo aparecen tan solo unas cuantas ideas, pero hay mucho más por descubrir para nuestras organizaciones y actividad empresarial.

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